La luna de la cosecha es la más cercana está a la fecha del equinoccio de otoño en el hemisferio norte. Es la última superluna del año y se llama luna de las cosechas porque existen algunas leyendas que dicen que durante esta luna como brilla mucho les da más tiempo a los agricultores a recoger sus cosechas. Algunos la conocen como la luna del maíz, del alce, el vino, la fruta, la cebada, el centeno o la luna cantarina, pero como Luna de la Cosecha se la conoce desde 1706 que fue cuando el diccionario de Oxford utilizó este apodo por primera vez. También implica que la noche y el día tengan la misma duración, digamos que es la última luna llena del verano porque nos encaminamos a la oscuridad y la época del frío. 

La Luna llena del 29 de septiembre estará regida bajo el signo aries, lo cual quiere decir que todo aquello que se realizó o comenzó durante la Luna Nueva y realizado en luna creciente tendrá su desarrollo. Esta luna se trabaja la fuerza, Fertilidad,  expansión,  abundancia, protección, cambio, decisiones, sueños, familia, conocimiento, amor, dinero, trabajo, superación personal o todo lo que creáis que necesitáis. Además aries que es un signo de fuego por lo que es muy potente, así que vela roja o blanca, que hace de comodín para cuando no tenemos velas de otro color y hemos de buscar con este ritual el renacimiento y los proyectos futuros.

Este ritual trata de esa transición de recoger lo que hemos sembrado, es tiempo de siembra, vamos a sembrar  lo que queramos coger de la profundidad de nuestro ser para que florezca en su tiempo indicado y será encomendado a las deidades del inframundo que son protectoras de los caminos: Hades, Perséfone, Hécate, Hermes, Caronte, Cervero, Anubis, Osiris, Ereshkigal, Nelwanis, Nergal, Hela, Upuaut, Amentet, Lilith, Naamah, Belet-Seri, Neftis.

Necesitaremos :

Semillas de temporada 

Agua, Tierra fértil y una maceta para plantar

Un ramillete de flores recogidas a mano 

Incienso y el Sigilo 

2 velas de color rojo para el fuego de aries

1 vela negra para proteger el ritual

1 vela a escoger color según lo que quieras plantar 

Decoramos nuestro altar con flores y alimentos de temporada, todo dependerá del lugar en el que vivas. Encendemos las velas y el incienso, cogeremos el sigilo y por detrás se escriben las intenciones de siembra que quieres ver dentro de ti o que quieres potenciar y por delante donde el dibujo le pondremos a nuestro sigilo con unas gotas de sangre para conectar nuestra esencia al sigilo. Si eres de las personas que no trabajan con sangre, siempre puedes cambiarlo por algún aceite esencial destinado a potenciar las cosas. 

Coloca tu sigilo entre las manos, haz una  meditación para acallar tu mente, dale tu intención, visualiza lo que quieres recoger exactamente y cuando lo tengas quemalo y pon sus cenizas como base de la siembra en el fondo de la maceta. Después cogerás la tierra con tus dos manos y dices la siguiente oración:

Guardianas del inframundo y señoras de las tierras 

Os invocamos en el día de hoy para vuestro acompañamiento en esta siembra  

Para que de las tierras oscuras emergamos y como gusanos renazcamos 

Para que nos guieis por lo más profundo de nuestro ser

Echamos la tierra sobre los restos del sigilo lentamente sin dejar de intencionar y ponemos las semillas dentro de la tierra, ni muy profundas ni muy superficial. Cogemos el agua que la tendremos en un bol o cuenco, vamos a colocar las manos dentro, vamos a cerrar los ojos y vamos a dejar que fluya la energía del agua por nuestras manos mientras visualizamos que el agua da claridad a lo que queremos recoger y ayuda a que crezca o se potencie, cuando te sientas preparado con las manos juntas cogerás el agua y la soltaras encima de las semillas que acacias de plantar para regar esa tierra. Piensa en lo que has escrito en el sigilo como si fuera real y riega esa planta para que florezca, dale todo el mimo y el cuidado que puedas porque de tus cuidados nacerán tus nuevas intenciones.

Ritual escrito por nuestra colaboradora Lucia Vampi.