Fiesta en honor a la Diosa Asherah

Día de las Velitas – Fiesta en honor a la Diosa Asherah

El día de las velitas es una de las muchas festividades paganas que fueron usurpadas. El 7 de diciembre es la fiesta en honor a la Diosa Asherah que en época de los cristianos se transformaría en la virgen Maria. Es la fiesta que da comienzo a la época de Navidad y en la actualidad hace homenaje a Inmaculada Concepción que es el día 8 de diciembre. Durante este día existe la tradición de poner farolillos fuera de las casas. 

Esta fiesta se remonta al 37 dC cuando el emperador romano Nerón realizaba una fiesta en la que se adoraba al sol, durante esta fiesta se sacrificaban personas, eran bañadas en una bebida espirituosa para luego prenderles fuego convirtiéndolos en antorchas humanas. Las bebidas espirituosas en la antigüedad eran consideradas como un catalizador de la vida espiritual que te conectaba con los Dioses.  

Pero como suele pasar con muchas de las fiestas paganas antiguas, 1854 la iglesia transformó esta festividad en algo religioso poniendo velas fuera de las casas y rezando el rosario para adorar a la virgen Maria que no es otra que la Diosa Asherah. Durante esta festividad los pueblos quedaban totalmente iluminados con esta celebración. 

Ashera fue la esposa del Dios abrahámico, una religión en la que una vez fue politeísta. Esta Diosa  fue venerada hasta que los misóginos de la época decidieron dejar a Yahveh como único dios varón, negando de esta forma su origen politeísta al igual que muchas tradiciones paganas. Asherah tuvo una importante implantación en Israel y es citada en numerosas ocasiones en el Antiguo Testamento.

En la antigua región montañosa de Canaán llamada Samaria, actualmente Cisjordania, tuvo un culto muy importante. El profeta Elias reunió a los profetas de Baal y de Ashera para demostrar el poder de Yahveh (1 Re 18:19) pero terminó con la matanza. Los únicos que no murieron fueron los profetas de Asherah con lo que permitió que el culto a la Diosa siguiera adelante. En el año 622 aC se erradica el politeísmo semita  con la intención de unir al pueblo de Israel y nunca más será nombrada en la biblia. 

Ashera es una Diosa muy antigua. Su culto representaba a la madre naturaleza, pero también era la Diosa de la vida, la fertilidad, el amor y los placeres carnales. Fue la Diosa principal de fenicios y cananeos también conocida como Astarté, Inanna para los sumerios, Ishtar para acadios, asirios y babilonios, Astarot para los israelitas, Hator para egipcios o Tanit para los cartagineses. 

En época helenística se asimila a Afrodita y Demeter, Astoret para los hebreos, Athtart para ugarit,  Uni-Astre  para etruscos, Atargatis para Palestina, Astar para Etiopía, Athar para Arabia del sur y probablemente tendrá muchísimos más nombres, todas son una y todas relacionadas con el planeta venus y el lucero del alba. También es la Diosa del árbol de la vida y del mar. La despojaron de su trono, la que fuera una de las Diosas más importantes del pueblo judío. 

En 1975 se hace una excavación en la península del Sinaí, allí se encuentra lo que fuera una especie de posada en Kuntillet Ajrud, donde muchos peregrinos pernoctaron entre los siglos IX a.C. al VIII a.C. Allí se dejaron oraciones en paredes y tinajas. Se encontró una vasija del 770 aC donde se veía dos figuras antropomorfas con los brazos entrelazados y una tercera sentada en un trono tocando la lira. Una de las figuras parece ser el dios Bes y su contrapunto femenino Beset que fueron deidades protectoras de la mitología egipcia. 

Junto a este descubrimiento se encontraba en dos frases fenicias junto a los dibujos que los expertos creen algo posterior. En una, se lee: “Yo los bendigo por Yahvé de Samaria y su Asherah”, y en otra “Te bendigo por Yahvé de Temán y su Asherah; que él te bendiga y te guarde, y esté con mi Señor”.​ Esto demuestra que los israelitas veneraban a la pareja formada por Yahvé y Asherah. El uso reincidente del pronombre posesivo “su” (su Asherah) demuestra que la consideraban su esposa. En el Génesis existe una cita curiosa: cuando Dios crea el mundo, habla en plural, como refiriéndose a alguien que estuviera a su lado.

Así que el día de las velitas, si te sientes reflejado con esta Diosa, pon velas en tus ventanas para iluminar a esta Diosa, para devolverle su luz y su resplandor. Por mucho que los cristianos amen esta festividad, por culpa del Papa Pio IX que fue quien impuso en 1854 este día para la fiesta que conmemora el que fuera preservada del pecado original la  Inmaculada Concepción de la Virgen María, siempre será la festividad pagana de la Diosa Asherah y en la antigüedad los niños recogían leña para encender fogatas en su honor; las mujeres hacían tortas sacramentales con su figura; se quemaba incienso y se hacían libaciones para que los favorecieran en sus asuntos, pensaban que de esta forma tendrían abundancia y no les faltaría alimento. 

Es una Diosa vinculada a la luz pero también vinculada a los rasgos más oscuros de la noche. Vinculada a Venus como lucero matutino y a Marte, estrella vespertina que se esconde en las regiones inferiores, como principio de muerte. Vinculada al cielo y al infierno, al nacimiento y a la destrucción, a la maternidad y al crecimiento de los seres. Pura dualidad de la naturaleza. Así que del 7 al 8 de diciembre, coloca velas en tus ventanas en honor a esta Diosa, mucho cuidado con prender fuego a tus cortinas, si tienes chimenea enciende un fuego, haz unas tortas del alma acompañadas con licor casero de miel o de membrillo. Puedes usar  este licor para hacer libaciones en honor a la Diosa.

TORTAS DEL ALMA o PESTIÑOS

Las tortas del alma son una especie de pasta rellena de mermelada de calabaza con miel, con dulce de boniato o de cabello de ángel. Suelen estar elaboradas con aceite, aguardiente, mistela y harina. En el sur de España los llamamos pestiños, una receta tradicional de Andalucía que tiene origen morisco, pero que se sigue haciendo cada época navideña. Las tortas del alma se hacen en el horno, los pestiños son fritos, así que tu decides como hacerlos.

Para las tortas del alma necesitas: 

400gr Harina

200ml Aceite de Girasol

100ml Anís

50gr azúcar glass

400gr Cabello de Ángel

Preparación: Lo primero es batir el anís con el azúcar glass, después añades el aceite y sigues batiendo hasta emulsionar. Cuando haya emulsionado añadir la harina tamizada y amasar hasta obtener una pasta. Estirar y refrigerar durante 1 hora. Una vez la pasta se ha enfriado cortamos círculos de unos 10-15cm de diámetro, rellenar los círculos de pasta con una cucharada generosa de cabello de ángel teniendo en cuenta que hay que cerrarlas (también se pueden rellenar con dulce de calabaza, boniato o cualquier otra cosa que tu prefieras), es como si fuera para hacer empanadillas. Ahora toca cerrarlas pinzando bien los bordes con un tenedor, ponlas en una bandeja de horno y horneamos a 190º unos 15-20 minutos.  Dejamos enfriar y listo. Cuando las saques del horno, mientras estén calientes puedes rebozarlas con azúcar si te gustan bien dulces. 

Para hacer los pestiños necesitas: 

70ml Aceite de oliva virgen extra para la masa

1 Cáscara de limón para aromatizar el aceite

Azúcar para espolvorear

Miel para bañarlos

Semillas de anís o matalahúva al gusto

70ml Vino blanco

Aceite de oliva virgen extra abundante para freír los pestiños

250gr Harina de trigo

Preparación: lo primero de todo es aromatizar el aceite, se calienta y se le añade la cáscara del limón, cuando lleve un rato y se haya dorado se retira y se le añade las semillas de anís o matalahúva, se apaga el fuego y se deja enfriar en temperatura ambiente. Después en un cuenco mezclamos la harina con el aceite frío y el vino blanco. Se amasa hasta obtener una pasta que se pueda manejar y se deja reposar 30 minutos cubierto con un paño de cocina. Cuando haya reposado extiende la masa y corta en tiras de 4cm y después cuadrados, aquí tienes dos opciones: de la forma tradicional que es doblando las puntas hacia adentro y pegandolas con una gota de agua o haces como la receta anterior puedes rellenarlo y cerrarlo. Una vez los tengas listos se dejan reposar otros 30 minutos antes de freír. Para freírlos tiene que haber abundante aceite en la sartén y frielos por tandas para que se doren por igual dándoles vuelta y vuelta. Cuando veas que se han frito lo suficiente ya que tienen que tener un color tostadito, déjalos escurrir encima del papel de cocina y aquí puedes ponerles o azúcar por encima o pasarlos por una mezcla de miel con dos cucharadas de agua que habrás calentado y mezclado previamente. 

Feliz día de las velitas en honor a la Diosa Asherah!!!

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