Angélica
0 Curso • 0 EstudianteBiografía
Me llamo Angélica, más conocida en las redes como Danapagana. Llevo un año y medio impartiendo talleres y cursos sobre magia, folklore, brujería y mitología. Pero mi camino empezó hace mucho tiempo. Cuando era pequeña sentía una gran afinidad con la naturaleza, hasta el punto de poder vagar sola por el bosque sin miedo alguno, sintiéndome en casa. Los tíos de mi madre tenían una casa en un monte asturiano, rodeado del bosque más hermoso y variado de los que he visto hasta ahora. Cuando tenía 7 años, empecé a pasar los 3 meses de verano con ellos, me levantaba al amanecer y me iba al bosque, miraba las plantas, hablaba con ellas, con los árboles, con los pájaros, las ardillas, los insectos, hasta con el suelo que pisaba. Todo me maravillaba y al mismo tiempo lo sentía como algo normal, sabía todos sus nombres sin saber cómo. Sin tener reloj, volvía siempre a las horas de las comidas. No me acordaba de televisión, ni de juegos, ni de amigos, era feliz en el bosque. Mi tía me solía reñir porque le cogía el alcohol para hacer mis “pociones”. Fueron los momentos más felices de mi niñez. Todo esto se quedó en el recuerdo cuando pasé a la época de adolescente, en la que estuve muy interesada en lo esotérico. Con 14 años aprendí a leer la baraja española, leía todo lo que podía sobre temas esotéricos, pero por la presión del exterior, una vez más se quedó en que era algo de mi fantasía, debía madurar según mi círculo social. Con el tiempo, abrí un herbolario, donde trabajé 10 años con plantas medicinales. Mientras tanto, siempre me había gustado la mitología, la historia y la antropología, así que dedicaba mucho tiempo a leer y a recopilar información por puro placer. Hace unos años, empecé a tener tiempo para mí, retomé mis intereses y terminé llegando a la wicca, que descarté rápidamente por una serie de normas y de requisitos que no me convencían. Estaba un poco perdida, la magia o la brujería moderna no me convencía. ¿Era eficaz? Sí, sin duda. ¿Llenaba mi corazón? Para nada. Así que empecé a picar un poco por aquí y un poco por allí. A hacer cursos variados, de los que aprendí mucho, sobre todo a descartar lo que no sentía cómo mi camino. Finalmente, me di cuenta de que el animismo estaba en sintonía con mi sentir, la herbología o la senda de los venenos, como suena tanto ahora por los mundos mágicos, y la brujería tradicional. Y eso es lo que ofrezco en mis cursos. Trabajo con aliados, conocimiento de los venenos, brujería. Me hace muy feliz poder participar en este proyecto, y crecer juntos.
Cursos
Sin cursos.